lunes, 11 de enero de 2021

Trabajando en alternativa a la Religión el cuento "Cosquillas para el corazón"

La hora y media que tenemos a la semana de alternativa a la Religión (si, hay más horas de Religión en los colegios públicos que de música o psicomotricidad), es un momento perfecto para trabajar en pequeño grupo.  Al haber varios niños que se marchan a Religión, el grupo se reduce por lo que podemos trabajar aspectos específicos sobre resolución de conflictos, emociones, estrategias para  calmarse, identificar sus emociones, cómo comportarnos con los demás, hablar de aquello que nos preocupa, escucharnos, ser agradecidos…

No quiere decir que en el resto de la jornada no se trabaje todo esto, sino que  estos momentos sirven para poder hacerlo de una manera más sistemática e individualizada. 

Para estas sesiones utilizo las experiencias del día a día y lo que vaya surgiendo y que vea que hay que profundizar más, las cajas de filosofía de Wonder Ponder (que ya habé de ellas y que podéis leer aquí) y cuentos variados, algunos específicos de emociones y otros que no. 

Como una vez leí en el blog de Elisa,  no me gustaría que las familias apuntasen a sus hijos a Religión porque sino van a estar jugando todo el rato o porque al menos en Religión aprenden algo. 

Creo que es muy importante mostrarles a las familias lo que hacemos ya sea en las reuniones generales, en las tutorías o por medio de fotos y vídeos. Con ello le daremos el valor que se merece y sabrán valorarlo.


Uno de los cuentos que estamos trabajando en el momento de alternativa a la Religión es el de “Cosquillas para el corazón” de la editorial Parramón. Es un libro sobre emociones que se compone de pequeñas historias sobre una emoción en concreto. 



La historia que leímos esta vez, iba sobre la rabia. El cuento hablaba de una nube que cuando sentía mucha rabia se iba poniendo cada vez más negra hasta que no podía más y se descargaba para poder llenarse de nuevo, pero esta vez de cosas bonitas.

Hablamos de qué es la rabia y cómo se siente y actúan las personas cuando están así. 

Para representar esto les di una botella con agua, cada uno fue diciendo algo que le hiciese rabiar y fue echando un poco de tinta negra (representando esta ira) en la botella. 



    

Con ayuda de la alumna de prácticas fuimos apuntando todo lo que iban diciendo.

Las cosas que dijeron que les hacía enfadarse y tener rabia fueron:

"Que mi hermano no juegue conmigo, se porten mal, no me dejen tirarme por el tobogán, que no me dejen cosas, que me regañen...".


Vimos que el agua se había puesto negra y hablaron de que cuando una persona está rabiosa grita, insulta, pega, empuja, da puñetazos, patadas, tira del pelo… 

Dijimos que como esa rabia no se puede quedar dentro, hay que buscar formas de sacarla, así que cada uno fue diciendo lo que necesitaban cuando se sentían así y fuimos vaciando la botella poco a poco…

Dijeron que se relajan con "la botella de la calma, cuando me ayudan, con plastilina, con abrazos, respirando...".


Y así vimos como la botella se había vaciado y podíamos volverla a llenar con agua limpia y cuando estamos tranquilos y sin rabia estamos contentos, nos sentimos fenomenal, con ganas de jugar, hablamos bajito, cuidamos y respetamos a los amigos…




Así que ahora sabemos qué ofrecer a los compañeros y compañeras cuando se sienten rabioso y ellos saben cómo relajarse. Ahora solo nos falta la parte más difícil que es ponerlo en práctica, así que nos quedan unos cuantos años por delante para controlar todo esto.

 

2 comentarios:

  1. muchas gracias , me ha encantado. lo pondré en práctica con mis alumnos de infantil y primer ciclo de primaria, que este curso los tengo en alternativa a la religion, gracias.

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    1. Hola, la verdad es que te recomiendo todo el libro porque es una joya :)
      Gracias por pasarte!!

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